Hoy me desperté cantando “Mochileros”,
de Raly Barrionuevo. De inmediato pensé en Samuel y en mi primo Luján, de
Luján, que se fueron hace como diez días, en una aventura de mochileros con
destino en la localidad de Luján. Me preocupaba sobremanera el que no hubieran
vuelto. ¿Cuánto había para hacer en Luján? ¿Cuánto tiempo podían estar ahí
antes de aburrirse y regresar? Tuve el presentimiento de que algo les había
sucedido y decidí ir a buscarlos.
Pensé que, si algo les había
sucedido, probablemente necesitara refuerzos, por lo que le pedí a mi viejo que
me acompañara. Él aceptó gustoso y, además, por si la situación requería de
mayor apoyo, le pidió al mimo que nos acompañara. Los pasé a buscar y, por
primera vez en muchísimos años, lo vi a mi viejo con la cara pintada. Los dos
se habían vestido con ropas similares, alternando los colores. El mimo vestía
un pantalón rojo y una camisa amarilla; mi viejo usaba, en cambio, un pantalón
amarillo y una camisa roja.