Hoy me desperté cantando “Till I collapse”, de Eminem. Vicky y yo compartíamos la parte de arriba y Samuel y
mi primo Luján, de Luján, compartían la parte de abajo de la cama marinera. Cuando
terminé de cantar, Samuel se levantó de un salto y me preguntó si a mí también
me gustaba la música hablada.
—¿El rap? —le pregunté.
—Sí —me respondió.
Antes que explicarle, una vez
más, que lo de despertar cantando era una maldición, que yo no elegía las
canciones y que a veces, como en ese caso, ni siquiera las conocía, me fue más
fácil responderle que sí, que el rap me fascinaba.
—Ah —dijo y comenzó a mover
el cuerpo y las manos tratando de que coincidieran con la cadencia de sus
palabras— ¿Sabías que ahora yo / que dejé de fumar / yerba medicinal / abandoné
el reggae / y ahora hago rat?
De repente, Samuel hablaba
en versitos y en un tono intermedio entre el habla y el canto.
—¿Qué pasó? No me digas
nada. Estuviste leyendo el Martín Fierro y se te pegó la manía de hablar en
versitos —le dije.
—No, no, nada que ver / te
equivocaste mal / ningún libro leí / estoy haciendo rat.
—¿Escuchaste algún tema de
Arjona en la última semana? —le pregunté un poco preocupado.
—¿Qué es lo que no entendés?
/ Te cuesta razonar / Arjona no escuché / estoy haciendo rat.
—Pero ¿qué carajo es el “rat”?
—Lo mismo que Eminem /
Música y hablar / diciendo la verdad / Aunque, distinto a él / yo lo hago sin
usar / la letra que está / entre la “o” y la “q” / de ahí su nombre: “rat”.
Asustado por el
comportamiento de Samuel, fui corriendo a despertar a mi primo, que confirmó la
versión de su amigo.
—Sí, es parte de su
rehabilitación —me dijo—. El reggae está muy asociado a la marihuana y me
pareció una buena idea que, sin alejarse del ambiente artístico, pasara a un
rubro más sano, como es el del rat.
—Uh, vos también con eso del
“rat”. Decime, porque el otro me habla en versito, sacudiendo las manos, y no
le entiendo una goma. ¿Qué carajo es el rat?
—El rat es lo mismo que el
rap, con la diferencia de que no se usan palabras que contengan la letra “p”.
—Entonces, en lugar de
rapero, Samuel vendría a ser un ratero.
—Sí, ¡el mejor ratero de
toda la ciudad!
jaja genial! Lo comparto...si me deja....=)
ResponderEliminarMuchas gracias, Soledad. Esperemos que Don Google sea concesivo.
EliminarSaludos!
Otra situación confusa, Don Natalio.
ResponderEliminarSí, Fernando, cada vez entiendo menos.
EliminarSaludos!