martes, 7 de mayo de 2013

Día 127 - La rehabilitación


Hoy me desperté cantando “Me haces tanto bien”, de Amistades Peligrosas. Hablando de amistades peligrosas, Samuel y Luján ya estaban despiertos y, sentados a la mesa, participaban de lo que a primera vista me pareció uno de los tantos juegos en los que malgastaban el tiempo: para cada palabra que decía Luján, Samuel debía encontrar un sinónimo. Si Luján decía la palabra “problemas”, Samuel pensaba durante unos segundos y contraponía la palabra “inconvenientes”; si el primero decía “palangana”, el segundo decía “fuentón”; si uno decía “papagayo”, el otro respondía con “loro”; “perro”, “can”; “ropa”, “indumentaria”; “piso”, “suelo”; “piano”, “teclado”; “papa”, “eh…”. Samuel pensó  durante unos segundos y preguntó:
—¿Vos te referís al tubérculo o al vicario de Cristo?
—No importa, ya respondiste ambos —le dijo Luján.

Lejos de ser un juego, lo que estaban haciendo era un ejercicio de rehabilitación para acelerar en Samuel el proceso de recuperación del habla. Definitivamente, su Problema Pelotudo había vuelto a la normalidad y sólo pronunciaba palabras que no contuvieran la letra “p”, y si bien mostraba claros signos de mejoría, aún no hablaba con la fluidez y la lucidez habituales en él. Cuando Luján dijo “paracaídas” no supo que responder y la frustración lo conturbó de tal manera, que se puso de pie y, dando un portazo, se metió en el baño. El mimo, que dormía en la bañera, salió de inmediato, confundido por la irrupción de Samuel.
—Tal vez lo estoy presionando demasiado —me dijo Luján.
—No, de ninguna manera —le dije—. Necesitamos que se recupere cuanto antes. Nuestra primera excursión no resultó de la mejor manera y lo necesitamos en la plenitud de sus capacidades para la próxima. No podemos dejar ni un solo detalle librado al azar.
Cuando salió del baño, tratamos de darle ánimo y, mientras Luján preparaba el almuerzo, el mimo —que procuraba representar con mímicas palabras que contuvieran la letra “p” — y yo nos turnamos para que Samuel siguiera ejercitando.
Dedicamos el día entero a esa pavada (sosería), y si bien tengo cosas de las cuales ocuparme (encargarme), no puedo (tengo) más que esperar (aguardar). Dos días me separan (distancian) del jueves y de mi reunión con Daniel Amoroso. Mientras mis convivientes se distienden jugando al “Dígalo con mímicas”, yo pienso (considero) que lo mejor será idear un plan (una estrategia) que me permita (garantice) engañarlo y hacerle creer que soy el moderador de uno de los Grupos (Conjuntos) de Ayuda mediante los cuales su organización capta (atrae) a los potenciales (futuros) prosélitos (seguidores).

8 comentarios:


  1. Pregúntome patitiesa si parará de pasar Don Natalio por percances peligrosos.

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    1. Qué enigmático te has vuelto, Anó! Serán las Patytiesas una variante de la Patynesa? De ser así, prefiero no imaginar de dónde sacan la carne para prepararlas.
      Saludos!

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  2. Respondiendo al Anónimo creo que Don Natalio continuará pasando por percances peligrosos, y mas cuando todavía no se ha enfrentado al meollo de la cuestión (el lider -jefe- de los Grupos de Ayuda. Aunque por el bien de Don Natalio, espero equivocarme.
    Saludos.

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    1. Muchas gracias, Francisco. Confiemos en que todo va a salir bien. En definitiva, cuán malo puede ser un tipo cuyo apellido es "Amoroso"?
      Saludos!

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    2. Cuan malo puede ser un tipo cuyo nombre es Amado

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    3. Lo desconozco, Anó, pero un hombre malo puede ser amado. Ahora, si bien no es impósible, es menos probable que un hombre malo sea amoroso.
      Saludos!

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  3. ¡Qué lo parió (dio a luz)! Espero (aguardo) que este pibe (muchacho) Pablo (Samuel) se ponga (coloque) las pilas (baterias) y no ponga (meta) en peligro (riesgo) el plan (objetivo) del Pasea (Guía) Porros (Fasos)
    ¡Salud!

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    1. Esperemos que así sea, Fernando. Por ahora viene evolucionando bien.
      Saludos!

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